jueves, 9 de octubre de 2008

... De Sueños Rotos...




Hay realmente segundos en la vida que te marcan del tal manera que al final del día siguen retumbando en tu mente… ¡Mama, Mamita…no me dejes aquí!


¿Qué si el amor mata? …¿Locura Eterna?...


Con el pasar de mis años, de mis cortos años, he descubierto dentro de mi, la realidad del amor… una realidad de todos, pero una cualidad de pocos…


Para Amar hay que pasar por quemar mundos, hay que bañarse de locura, hay que volverse adicta al dolor… solo de este cruel y trágico final, es donde se descubre ante nuestro mundo el sentido del amor eterno, del amor verdadero… de ese amor incondicional

Mi mundo se descubre ante mis ojos, derrumbado por la incertidumbre, por los miedos oscuros, por fantasmas del pasado… he llegado por fin a descubrir el amor de mi vida… he logrado descubrir por quien moriría o por quien viviría, he llegado a encontrar la inspiración de mi fuerza, la luz de mis ojos, el color de mi piel


He descubierto la cara del amor en los labios secos de mi hermana, la fuerza en la fragilidad de su cuerpo, su sonrisa en las marcas de sus brazos…

He descubierto el amor, porque simplemente mataría por ella… mataría hasta mi cuerpo, ocuparía hoy su lugar, succionaría mi fuerza y se las traspasaría a sus venas, cambiaría mis días por sus horas, solo por verla feliz, solo para que pudiera encontrar el sentido de la vida… de su hermosa vida…

He descubierto el amor, su amor… en manos del sufrimiento profundo, del desvelo en las noches, de ojeras por las mañanas…


Como me gustaría beber su veneno, beber sus miedos, beber su sangre manchada de recuerdos amargos ¿Cómo cambiaría su vida por la mía?...


He vivido de sueños rotos… y seguramente lo seguiré haciendo por mucho tiempo más…


Mi dolor por heridas pasada, por amores no correspondidos, por amores olvidados, a quedado sumergido como heridas débiles, hoy ya no pienso en mi dolor, ni en mis huellas… estos días solo seré un sonámbulo que vaga sin destino, solo con un anhelo, con un sueño, con un deseo



Borrar de mi mente la voz de mi hermana suplicando a mi madre… ¡Mama, Mamita…no me dejes aquí!...y sentir por primera vez que mi hermana empieza a nacer (…)